Con motivo de la presentación de un libro sobre esta Reina Madre y Regente, hemos refrescado la biografía de este interesante personaje de la historia de nuestro país. Pieza base en la restauración borbónica, encrucijada puente entre los dos Alfonsos XII y XIII, que contribuyó a un cierto periodo de equilibrio en la convulsa política, en medio de aquel avispero de partidos y tendencias, que su antecesor Amadeo de Saboya había ya calificado como una jaula de locos.
Como fruto del llamado pacto del Pardo, los dos principales partidos, el conservador de Cánovas y el liberal de Sagasta habían acordado una sabia alternancia en el poder, que fue bien orquestada y entendida por María Cristina, como factor de balance y moderación en medio de una sociedad harta de guerras carlistas y disputas políticas y sociales.
A pesar de su extranjería y un cierto distanciamiento inicial, su dignidad y abnegación y su lealtad y entrega a la misión que le había sido encomendada la fueron haciendo acreedora de un especial cariño popular, reconociendo sus virtudes como gobernadora siempre dentro de los límites de la Constitución de 1876. Los años desde 1885 hasta 1902 fueron tiempos de afortunada regencia, gracias a esta gran Reina.
Su vinculación con el Real Sitio se manifestó con la creación del Colegio Universitario que lleva su nombre. El día de su entierro en el Panteón Real, en 1929, fue de suma pesadumbre para el pueblo que la había llegado a querer.
Figuras de este porte ejemplaridad en la aceptación de sacrificios personales, en función del cumplimiento de los fines colectivos del país, son siempre vitales en la historia de los pueblos. Por eso la recordamos ahora, sin mediar ninguna particular efemérides, con una modesta mención de agradecimiento.
Más sobre María Cristina: https://www.youtube.com/watch?v=VMocrE68Q1A
A pesar de su extranjería y un cierto distanciamiento inicial, su dignidad y abnegación y su lealtad y entrega a la misión que le había sido encomendada la fueron haciendo acreedora de un especial cariño popular, reconociendo sus virtudes como gobernadora siempre dentro de los límites de la Constitución de 1876. Los años desde 1885 hasta 1902 fueron tiempos de afortunada regencia, gracias a esta gran Reina.
Su vinculación con el Real Sitio se manifestó con la creación del Colegio Universitario que lleva su nombre. El día de su entierro en el Panteón Real, en 1929, fue de suma pesadumbre para el pueblo que la había llegado a querer.
Figuras de este porte ejemplaridad en la aceptación de sacrificios personales, en función del cumplimiento de los fines colectivos del país, son siempre vitales en la historia de los pueblos. Por eso la recordamos ahora, sin mediar ninguna particular efemérides, con una modesta mención de agradecimiento.
Más sobre María Cristina: https://www.youtube.com/watch?v=VMocrE68Q1A
No hay comentarios:
Publicar un comentario