lunes, 15 de agosto de 2016

Resiliencia


Confieso mi ignorancia, reconociendo que, cuando he leído estos días el magnifico artículo dedicado a cómo superar los "dramones" que todos hemos de afrontar alguna vez en nuestras vidas (suplemento Buena Vida de El País), me he visto sorprendido ante la palabra resiliencia, teniendo que acudir al diccionario.
Y ahora veo claro que este es un vocablo necesario, de los que reflejan una eventualidad que, desgraciadamente, suele aflorar de vez en cuando en nuestras vidas. Casi inseparable de la condición humana.  
Yo desconocía este nombre y la RAE me sacó de dudas. Recomiendo la lectura del mencionado artículo, porque no tiene desperdicio, limitándome aquí a destacar solo dos aspectos: cuando surge la adversidad, es fundamental asumir la realidad así como rodearse de personas, familiares o amigos que, de manera consciente o, incluso, incoscientemente, puedan ayudarnos a sobrellevar el percance.
Una cierta dosis de resiliencia va con nosotros, geneticamente, pero siempre será recomendable entrenarse para cuando llegue el caso. Y si no llega, mejor.
Poco queda por añadir a las ajustadas observaciones contenidas en ese escrito. Pero, para los creyentes, quizás nos quede por decir que siempre será bueno contar con la ayuda de 
Dios. Esa mención es lo único que yo, personalmente, he echado de menos.  

Ah... y sobre el mismo tema, os ecomiendo también la siguiente lectura:

http://www.lavanguardia.com/vida/20121120/54355244814/eres-resiliente.html