El camino es siempre mejor que la posada. (Don Quijote a Sancho). Este fue el lema del libro y una de las muchas cosas que aprendí de mi gran amigo Julián.
Este fue un trabajo en colaboración con él, amante apasionado de la montaña y, muy en particular, de las sierras sorianas. Al compás de su gran ánimo, pateamos al completo los montes y valles de Urbión, Neila y Cebollera.
Nos reuníamos en mi casa para preparar la guía y, sobre los mapas, tratábamos de identificar fielmente los lugares por donde habíamos andado los días anteriores; allí fue cuando descubrí que Julián no sólo era capaz de perderse en las excursiones, sino que también se perdía sobre los mismísimos mapas!!
Fueron unas hermosas jornadas de amistad, de convivencia y de poesías de Machado recitadas por Julián bajando por los pedregales de Urbión.
