lunes, 18 de mayo de 2020

A vueltas sobre el Covid-19


Ya se que estamos divagando, quizá demasiado, sobre esta maldita plaga, pero hoy, noto como un sentimiento que me brota de muy adentro y que necesito contároslo y como en definitiva, se trata de una visión personal y esperanzadora sobre este tema, os la cuento.
Después de galopar mis 3 km de pasillo diarios y subir mis 9 pisos de escalera repetitiva, eso sí, ambos tremendamente aburridos, empiezo a ver luces en este túnel, y creo que en alguna medida, las vemos todos. Sin embargo lo que todavía nos atenaza es el pavor a la incertidumbre sobre el futuro que nos aguarda. Nadie sabemos nada y todos tenemos el derecho a especular, así que allá voy.
Pero yo, humildemente, me quedo en unas "sencillas" recomendaciones, tan solo cuatro, que nos irían muy bien para cambiar pacíficamente, sin traumas, este mundo que se esta viendo que no nos sirve a los pobladores de este planeta: Que no nos sirve A TODOS.

1- El aislamiento puede incluso incrementar la creatividad, contra todo pronóstico. Los que no están de acuerdo, quizás sea porque necesitan el ruido de la calle que les oculta la siempre enriquecedora facultad de hablar con nosotros mismos. Descubramos nuestro mundo interior que puede que valga más que el ruido embrutecedor que, habitualmente, nos envuelve, nos aturde y hasta nos ahoga.

2- Seamos conscientes, en nuestra ínfima dimensión, que nuestro inmediato futuro no puede basarse en desigualdades sociales tan brutales como las que hoy presenciamos. No podremos ser felices mientras sepamos de la existencia de tan solo un bebé sirio o etiope que padezca hambre o malaria. O las dos cosas. Si alguien quiere creer que si, que siga acumulando riquezas, pero nosotros tendremos siempre el deber moral de denunciarlo.

3- Volvamos nuestras miradas hacia los entornos familiares, aquellos que han sido la piedra clave de nuestras civilizaciones. Y seamos capaces de trasladar esos fundamentos a nuestros jóvenes. De lo contrario, perderemos algo sustancial que puede que sea imposible  recuperar. Y si tenéis alguna duda sobre esta negra profecía, echad una simple ojeada a vuestro alrededor, me refiero al de las generaciones venideras.

4- Y que decir del Medio Ambiente. Tema muy manoseado, que se ha instalado en el listado de nuestras preocupaciones diarias. Llevemos a nuestro terreno personal el cumplimiento de los consabidos códigos y traslademos a nuestros gobernantes nuestra sincera preocupación por este asunto. Nunca es tarde si la amenaza es para tener muy en cuenta.

Y no quiero seguir, para no aburriros; Me consta que cuando leáis estos cuatro puntos, se os ocurrirán muchos más, aunque la palabra utopía asomará por vuestros labios. No importa, ahora mas que nunca, en este mundo andamos faltos de utopías