viernes, 23 de septiembre de 2016

Test sobre el sentido del humor


¿Existe alguna cualidad más representativa, saludable y reconfortante en el ser humano que la del sentido del humor? Creemos que no. Habrá sus excepciones, no lo discuto, pero no pienso que haya mucha gente por estos mundos que, siendo agraciados con este atributo, a la par no estén dotados de una inteligencia y perspicacia por encima de la media. 
El sentido del humor es una valiosa dote que uno debe cuidar y potenciar, intentando preservarlo de los rejonazos que suele dar la vida. Nada más placentero que disfrutar de esas personas, incluso de avanzadas edades, que sonrien en cada situación, que salpican sus discursos con chanzas humorísticas y que disimulan y hasta ocultan sus pesares y amarguras. Habrá calamidades y preocupaciones, pero no se airean, porque su buen humor es como un fogonazo que apaga, o minimiza, los posibles sinsabores de la trastienda. 
Yo recuerdo con sana nostalgia los tiempos de mi juventud en IBM, en los que tuve la fortuna y, quizás la habilidad, de compartir muchas situaciones humorísticas lideradas por auténticos genios en esta materia. Mario, Guillermo, Miguel, Juanjo, Luis, Enrique, José Luis... eran personajes que nos alegraban constantemente con sus chispas jocosas, con inagotables dosis de un ingenio elegante, aséptico y sagaz. Afortunadamente hoy siguen practicando este juego de agudezas y seguimos sonriéndonos con sus espontáneas ocurrencias.
En agradecimiento a todos ellos y, en general, a todos los que se esfuerzan por hacernos la vida más fácil, no he encontrado mejor forma que la de transcribir esta cuarteta que me pasa José Luís, escrita ya hace años por Alfonso Usía para la Convención de IBM en Estambul. Su irreverente encabezamiento es "Mal de orina":

Sin estudiar medicina
se sabe con evidencia
que la retención de orina,
es una fuerte dolencia.
Era uno que se quejaba, 
de esta grave enfermedad 
y su mujer le exhortaba, 
a tener conformidad 
¡Acuérdate -le decía- 
lo que el Santo Job pasaba 
y cuánto el pobre sufría!
Y el marido respondía
¡De acuerdo… pero meaba!

Confieso que os he engañado, pues esto no es sino una sutil añagaza para calibrar vuestra actual capacidad humorística. Dicho sea de otra forma, se trata de un test encubierto: si os habéis sonreído a la lectura de estos breves versos, es que vuestro humor al día de hoy, presenta un buen estado de salud y un cierto potencial. Caso contrario, ir pidiendo hora para un buen psicoterapeuta (que es lo que está de moda).
En vuestro beneficio y en el de los que os rodean.

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